Y Botín cogió su fusil
José A. Pérez Tapias – Argumentos PTapias
La verdad es que le basta con el dedo para disparar. Todo es cuestión de utilizar como gatillo su afilada lengua de presidente del Banco Santander, a la sazón el más próspero de las Españas. Hoy, ante su disciplinada milicia de accionistas bien remunerados -incluidos los que perdieron a costa de Madoff, el gran embaucador-, ha apuntado de nuevo, disparando a todo lo que no sea el ajuste que él desea. Por eso le pide “firmeza” al gobierno para aplicar su plan, y ya se sabe qué quiere decir uno que apunta a la vez que dice eso: “¡Firmes, ar!”.
Apunta a la reforma laboral, que la quiere contundente, como Díaz Ferrán, aunque éste no está para muchas órdenes y tiene que conformarse como chusquero del gran capital y correveidile del FMI saboteando posibles pactos con los sindicatos. Apunta también a las cajas de ahorro, disparando para marcar el territorio y señalar por dónde han de ir a la bancarización. Apunta asimismo para cortar el paso y decir al gobierno que no está bien eso de ir proponiendo una tasa a las transacciones financieras. Como se puede apreciar, donde pone el ojo pone la bala, y no se espera otra cosa de quien preside un banco con grandes beneficios en plena crisis: casi 9000 millones de euros en 2009.
Sería otro capítulo de “la escopeta nacional” si la munición fuera de fogueo. Es de temer que va en serio y que, por tanto, en serio habrá que responderle. Lo malo de un presidente de banco que manda mucho y dispara a discreción es que se piensa que es él quien más sabe de la crisis y de las soluciones para salir de ella. ¡Ay, Johnny, que mal se pasa cuando sale el tiro por la culata y la tropa sólo lleva fusiles que fallan como escopetas de caña! Pues eso, que hay quien quiere poner firme a más de uno; especialmente a uno. ¡A ése habrá que ayudarle a aguantar!