Nota de prensa de ATTAC sobre las injustas ayudas fiscales a APPLE
16 juliol 2020 | Categories: ATTAC, denúncia, drets econòmics i socials, fiscalitat, Justícia Fiscal Global, Paradisos fiscals, política institucional, Portada, Unió Europea |

Nota de prensa de ATTAC Austria sobre la decisión del Tribunal de Justicia de la UE de anular la decisión de la Comisión Europea que considera los beneficios fiscales de Irlanda Appel una ayuda ilegal.
Attac sobre el veredicto de Apple:
Las normas fiscales internacionales están podridas y llenas de agujeros
La batalla contra los trampas en la fiscalidad de las corporaciones debe ser ganada políticamente, no legalmente.
El Tribunal de la Unión Europea ha anulado hoy la decisión de la Comisión Europea de que el tratamiento fiscal de Apple en Irlanda constituye una ayuda estatal ilegal. Por lo tanto, Irlanda puede abstenerse de exigir 13 mil millones de euros en impuestos atrasados a Apple. Si la Comisión va a apelar esta decisión está todavía abierta en este momento.
Para Attac, la decisión confirma que la ley de competencia europea no es un medio adecuado para combatir las argucias fiscales de las multinacionales. De lo contrario, no se necesitarían años de procedimientos legales para aclarar si es legal que las empresas paguen menos del 1% de impuestos sobre los beneficios transferidos artificialmente.
“El problema no es una manzana podrida, el problema son las normas tributarias internacionales podridas y sin sentido. Se remontan en gran parte a los años 20 y permiten que casos como el de Apple sean la norma”, critica David Walch de Attac Austria.
Se necesitan nuevas normas fiscales: Transparencia e impuesto unitario
Para combatir eficazmente los trucos fiscales de las empresas internacionales, dos medidas son fundamentales para Attac:
En primer lugar, se requiere que las empresas presenten informes públicos país por país. “El público tiene derecho a saber dónde realizan sus ventas y beneficios en todo el mundo y cuánto pagan de impuestos”, explica Walch.
Para que las empresas puedan gravar sus beneficios en el lugar donde realizan sus actividades, la solución es un impuesto unitario. Esto podría – complementado por una tasa impositiva mínima – introducirse inicialmente sólo en la UE. (1) Las filiales de un grupo se gravan sobre la base de los beneficios globales del grupo. Estos beneficios se dividen proporcionalmente entre los países según el valor añadido real y luego se gravan en consecuencia. Esto pondría fin al desplazamiento de los beneficios entre las filiales del grupo. Esta antigua demanda de Attac es ahora apoyada por economistas como Joseph Stiglitz o Thomas Piketty.
“La
batalla contra los artificios fiscales de las corporaciones debe
ganarse políticamente, no legalmente. Mientras los gobiernos sigan
siendo cómplices de las corporaciones, continuarán con sus tretas
impositivas a expensas del interés general. Por lo tanto, los gobiernos
deben abandonar finalmente la ideología de la ruinosa competencia
fiscal”, exige Walch.
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(1 ) Los
debates sobre la fiscalidad total de los grupos en la UE han sido
infructuosos durante años bajo el título “Base imponible común
consolidada del impuesto de sociedades” (BICCIS).