Perlas para meditar tras las elecciones municipales
Xavier Caño.
ATTAC ACORDEM
El gobernante PSOE ha obtenido los peores resultados electorales de su historia reciente. Pero el presidente del Gobierno, Rodríguez Zapatero, se empeña en “mantenella i no enmendalla”. Continuará con su política de lo que él llama ‘reformas’, que no son más que vulneración sistemática de derechos sociales y económicos de ciudadanas y ciudadanos. Además de ponerlos al servicio de la minoría privilegiada, de los poderes financieros y de los grandes empresarios.
No ha entendido nada. O demasiado.
En Cataluña, al día siguiente de las elecciones municipales en las que CiU ha salido reforzada, representantes del gobierno catalán se han reunido con los sindicatos de la función pública para anunciarles más reducciones de sueldo de funcionarios y empleados públicos.
Y al alcaldable convergente de Barcelona, señor Trias, le ha faltado tiempo (apenas acabado el recuento de votos) para ofrecer al alcalde socialista saliente, señor Hereu, todo su apoyo para lo que sea que decida hacer para disolver la acampada de la plaza de Cataluña. Cito el hecho, que no tiene que ver con política económica ni presupuestaria, pero sí es muy esclarecedor.
Es muy importante conocer de que pelaje son lo adversarios de la ciudadanía, de la democracia de verdad, no corrompida. Para saber a qué nos enfrentamos y cuanto trabajo nos espera.
Como importante es recordar una vez más que el camino de la austeridad y de la neurosis del déficit, que es el de los recortes y rebajas salariales, es el camino de la ruina.
Lo asegura alguien con tanta credibilidad como Paul Krugman (Nobel de Economía 2008): En Europa quienes mandan, fanáticos del dolor, insisten en que el equilibrio presupuestario es la respuesta a todos los problemas. Tienen la fantasía económica de creer en el hada de la confianza; es decir, creen que recortar el gasto crea puestos de trabajo, porque la austeridad fiscal mejorará la confianza del sector privado. Pero el hada de la confianza continúa negándose a aparecer.
Y remata, para que no haya la menor duda: Los países europeos con problemas de deuda sufren un mayor deterioro económico por los programas de austeridad, y la confianza se hunde en vez de aumentar.
Es decir que o empezamos nosotros, ciudadanas y ciudadanos, a poner hilo en la aguja o de ésta no nos salva ni dios.
Pero con cerebro, no con vísceras